El fantástico sable de San Martín Un bello día con sol resplandeciente , cerca del diecisiete de agosto, la señorita Marina, organizó una salida hacia el Regimiento de Granaderos a Caballo Gral. San Martín. Íbamos paseando , mirando por todos lados preguntándole miles de cosas a la guía, obviamente también a la profe, no podía faltar una persona que escuche, mire para todos lados, y esté callada... Esa persona era yo. Mientras los demás se alejaban, yo me quedé distraída, mirando lo que llamaría una “espada”, nunca pensé que esa arma blanca pertenecía al “Padre de la Patria”. Con inseguridad decidí acercarme al sable, con pánico mirando de esquina a esquina hasta estar a un paso de una parte de la historia. Decidí tocarlo con la punta del dedo para luego tomarlo y empezar a jugar pensando en ser alguna de las mujeres que peleó junto al General, por la libertad de América. De repente empiezan a destellar unas chispas del sable, y me vi sumergida en una...